Después de la fiesta

La vida se va, pasa lento en un carrusel de constantes alegrías.
Esta semana fue mala, hizo mucho sol, comenzaron las clases en la academia y me sentí solo nuevamente. Tuve miedo, tuve momentos de reflexión que no sirvieron para nada, sentí cerca de la soledad y necesité de alguien, de alguien que, como desde el inicio de mi razón, nunca apareció.
Pienso en mucha gente, gente que está y la verdad no me sirve de nada, pienso en los amigos que perdí y que debieron de haber estado conmigo.
Hoy decidí caminar un rato, el día estaba hermosísimo: cielo gris, corrientes de viento que estallaban en mi rostro y un peligro de lluvia inminente.
Afuera la cuidad casi muerta soltaba un grito de auxilio, SOS y salir corriendo entre los cadáveres, afuera hacía frío, talvez por eso este ahora en este lugar escribiendo cosas que salen de mi mente que hasta hace unas horas no generaba respuesta alguna.
Estoy escuchando canciones melancólicas, tratando de inspirarme en algo, pensando nuevamente, no se en que, tan solo pienso, tan solo escribo, tan solo disfrazo mi manera de decir “Hey!... ¿sabes lo que siento?”.
Quisiera decir en estas líneas muchas cosas, que estoy feliz, que estoy triste y que talvez estoy enamorado (emm… no se como describirlo mariposas en el estómago, lucecitas a su alrededor…), pero soy cobarde pues y además creo que a nadie le importa.
Mañana una semana mas empieza, la academia que gracias a Dios no va a estar tan aburrida, pese a que ya no están mas esas personitas que alegraban las clases de mate.
Y welcome rutina otra vez…welcome to my life, pero que mas da, no me envolverá, eso espero.