II

Ves como las historias se van frente a tu rostro empapados de pensamientos y de esa llovizna que cae sobre ti y sobre esta inmunda cuidad, ciudad cargada de desdicha y pesar; ves como el tiempo pasa, sube al cielo y se pierde en la noche.
Recuerdas los momentos que viviste junto a el, sientes aquel nudo en la garganta que siempre te ha impedido respirar.
Los ojos se te nublan, no es la lluvia, son esas lágrimas que sin darte cuenta surcan tu rostro frió.
El viento pasajero se lleva los recuerdos, pasa de frete sin mirar atrás y deja en ti un vil pesar.
Tú sigues tu rumbo aun envuelta en abulia, sigues tu rutina como para olvidar aquello que tanto te hace llorar, llegas a tu destino y todo es tan normal. Lo mismo de siempre en las calles, lo mismo de siempre en la ciudad. Ni tu habitación deja de lado su monotonía: la misma cama, las mismas cosas en la TV.
Revisas la contestadota, ni un indicio de el, es entonces cuando piensas:”talvez estuvo ocupado”, o “de repente ya se olvidó de mi”
Miras por tu ventana, aun llueve afuera, ves a la gente, ratas inmundas refugiadas en sus madrigueras escondiéndose de esa palabra maldita llamada amor.
Y la pena vuelve, y el orgullo cada vez es menos, esos recuerdos junto a el te invaden la mente y te preguntas en donde estará, si quizás aun piensa en ti.
Pero te das cuenta que ya no esta, que esas caricias ya no será mas. Te sientes sola como en un principio y decides que es momento de ceder.
Lo buscas en cada rincón de tu mente, en su hogar; pero el no esta y talvez nunca volverá.
Ese asiento bajo aquel árbol en el parque central esta vacío como ya hace cinco meses, pero el esta ahí, el descansa en su sueño profundo y tu aun no quieres aceptar que el nunca mas regresara, no quieres aceptar maldita sea…que el esta muerto…

un dia de lluvia

Mientras la lluvia cae mi mente busca una razón a esas cosas abstractas de la vida. El amor, el odio, son tan relativos a nosotros, parecen no tener un final.
En estas noches de aguacero intermitente, todo se llena de desdicha, cada cosa que la lluvia moja, cada ser extraño de esta cuidad.
Un árbol viejo me protege de ese fluido liquido que cae del cielo mientras yo aun agotado por tantas penas me refugio en su regazo.
Y pienso en ti, y te invento en mi mente otra vez. En el silencio que hay a mí alrededor escucho tu voz y puedo sentirte cerca. Te busco en esa gran pesadilla llamada vida pero no estas.
Todos se refugian en sus casas, nadie en este vil muladar. Ni siquiera los coches se ponen en marcha, todos envueltos en su mundo, todos con su falsa felicidad.
Dejo mi calido parapeto de lado y me pongo a caminar, voy pensando nuevamente en ti, en tus pupilas dilatadas y en la frescura de tus gestos., me imagino surcando cada rizo de tus cabellos deslizando mi mirada.
La lluvia ha parado, pero aun el cielo sigue nublado, veo a lo lejos esta gran selva de cemento que vuelve a despertar, ya el estrépito se siente y tu recuerdo se marcha, doloroso y en silencio.